domingo, 7 de noviembre de 2010

Hipersensiblidad

Una persona lee un libro y le parece un aburrido mar de letras.
Otra lee ese mismo libro y lo encuentra una historia fascinante, y se sumerge en ella.

¿Cuál es la diferencia entre estas dos personas? La sensibilidad.

Podríamos pensar que tener sensibilidad es bueno, cuanta más mejor, sensibilidad hacia las cosas que nos rodean, sensibilidad para disfrutar de las artes, que todo tu cuerpo se estremezca al ver una buena fotografía, o el corazón se llene de alegría cuando acaricias un animal y notas cómo le gusta.

En principio todo son ventajas, a mayor sensibilidad mayor capacidad para percibir las maravillas de este mundo.

¿Qué pasa entonces?, la vida no tiene una sola cara, tiene muchísimas, y pocas veces sale la opción que más te gusta.

Cuando vemos a los niños trabajando en condiciones infrahumanas.
Cuando vemos a los ancianos abandonados o viviendo en malas condiciones.
Aquel que hace daño a los animales por verse superior.

Todo esto está hecho por personas sin ninguna sensibilidad ante su medio, no son capaces de ver lo que tienen delante, ellos son los reyes de la selva, ellos los el centro del mundo. Hace poco el sufrimiento de una amiga me ha hecho reflexionar sobre la empatía, sobre la sensibilidad. Estoy seguro que se vive mucho mejor siendo un ignorante, siendo insensible con el resto de cosas, cuanto más desconoces mejor vives.

Pero acaso alguien que sabe lo que es que se te acurruque una mascota cuando estás sentado y busque una caricia en tu mano.
Alguien capaz de inmortalizar una sonrisa en una foto.
Alguien que se pone a andar por el campo y disfruta de la naturaleza.
O simplemente quien pasea bajo la lluvia, sintiendo el agua recorrerla dándole vida.

La vida pone constantemente a las personas con esas características trampas, daños, y muchas veces las salidas que se buscan es el suicidio, el aislamiento o simplemente la delincuencia. Aun así seguiremos intentando ser felices, a pesar de todo lo que nos vaya pasando, porque me niego a entregar mi alma por ser un ignorante.

"Que eso mismo que te hace sentirte triste ante lo que ha hecho el mundo con tu gata es lo mismo que te hace plasmar el mundo a través del ojo de una cámara"

- Dedicado a Mimosín, el mejor conejo que ha habido!

lunes, 11 de octubre de 2010

Extra, Extra!

El título de "mi novio", "mi novia" | Su nombre pronunciado por la otra persona

Un polvo en los baños de una discoteca | Hacer el amor en el lugar más corriente

El osito de peluche en San Valentín | Un beso de buenos días

Una foto en blanco y negro | Verte reflejado en los ojos del otro

Regalos | Caricias

Sexo, sexo y sexo | Amor, amor y amor

Págamelo tú todo, porque somos pareja | Págatelo tú todo, que somos pareja

Lo que es de uno, es de todos | Yo lo mío, tú lo tuyo, nosotros lo nuestro

Boda, Matrimonio | Convivencia

Dependencia | Suma

Mi media Naranja | Mi otra naranja

Nosotros | Yo, contigo

La publicidad vista reflejada en el amor

lunes, 22 de marzo de 2010

Agua y tierra

Una figura corvada con los años, la piel dura, tersa como la quilla de un barco. Los ojos azules como el cielo, la sonrisa amarillenta gracias a su único vicio, el tabaco.

Su trabajo, enterrador.

Va caminando pesadamente hacia el nicho que tiene que hacer, con la foto de la difunta en la mano. Una chica rubia, inocente, de ojos vivaces y pelo lacio miraba a la cámara sonriendo, ahora él tiene que enterrarla. Sus sueños, las emociones, las sonrisas, los llantos, verterá tierra sobre toda una vida, una vida que ya nunca volverá. Alguien había separado a la pequeña a puñaladas de este mundo, demasiados casos parecidos, demasiadas muertes prematuras, maldijo mientras apuraba la última calada de su cigarro.

Recorre el cementerio hasta que llega al punto exacto, una cruz blanca. Empezó a cavar con unas medidas insultantemente chicas, jamás debería cavarse tal nicho. Con parsimonia y emoción, como hacía siempre, pero sobre todo con mucho cuidado, fue creando la última casa que conocería la pequeña. Pedazo de tierra a pedazo de tierra se formaba la cárcel en donde quedarían guardadas tantas cosas...el amor de sus padres, las lágrimas de su hermano, el cariño de sus amigos.

Llegó el cortejo fúnebre, la madre, supuso que era ella, totalmente deshecha en lágrimas. El padre con más entereza ocultaba sus ojos bajo unas gafas oscuras, pero no podía esconder su alma rota. Para el enterrador esto era algo rutinario, casi había dejado de recordar la emoción que produce la muerte de un ser querido, se realizó la misa y, como había estado haciendo tanto tiempo, vertió arena sobre el ataud, coronado por un osito de peluche.

Una última mirada de respeto y se fue, con la pala al hombro y el humo de un cigarrillo. El ser humano es envidioso por naturaleza, nunca dejamos de ser niños, mira al cielo y dice una frase para sí.

- Por qué sólamente se disfruta de la vida cuando se muere?

miércoles, 17 de marzo de 2010

Can't Buy Me Love

Él y Ella.

Llevaban ya un tiempo juntos. Como pareja. Ella no tenía dinero, vivía modestamente, sin derroches. Él sí que tenía, buen coche, renta holgada, una vida de permisos.

A él le daba pena ella, mucha pena, se veía con tanto dinero y la pobre no tenía más que el que gastaba para vivir. Por eso quería invitarla siempre a todo, si ella decía que le agradaba algo, al instante lo tenía, si algo la hacía sonréir inmediatamente era comprado, así él era feliz, comprando, gastando el dinero en la persona querida.

Pasado un año, él fue a la casa de ella por primera vez, estaba nervioso, deseoso por ver cómo vivía, los muebles...quería ver dónde había puesto aquella figura que le compró en la feria, o aquel póster que tanto le gustó.

Nervioso, llamó a la puerta. Ella, apareció con una cuchara grande en la mano, le señaló el salón y corriendo se fue a terminar la comida.

Él avanzó y empezó a mirar, aquí y allí había fotos de ellos dos, por todos lados, pero ni rastro de sus regalos. ¿Cómo es posible? Pensó.

Terminada la comida le preguntó:

- Oye, dónde tienes todo aquello que te regalé?
- Está guardado
- Por qué?
- Me gustaban mucho más nuestras fotos
- Pero entonces para qué te regalo cosas, no las quieres?
- No puedo decir que no quiera cosas, claro que las quiero, y me hace muchísima ilusión que me las regales, pero me hace mucha más aún que tú te quedes ese dinero, y que lo uses para hacerte feliz, que es así como yo me siento feliz.


Nota:
Es muy triste querer a alguien porque te regale cosas, porque te invite, porque te de dinero...Gracias por no quererme así.

domingo, 21 de febrero de 2010

Paradoja

La gente lo miraba, extrañada.

Suena la dulce música, se oyen los violines danzar, el ambiente es cálido.

Es una fiesta.

Pero no una fiesta cualquiera, es carnaval. La fiesta de la imaginación, en la que cualquier persona puede llegar a ser lo que se proponga, el límite lo marcan los sueños.

Sentado en la barra pidió una copa, la camarera lo miró extrañada. Aún recordaba lo que era ser crío, cuando uno sólamente necesitaba un trozo de cartón, y a veces ni siquiera eso, para volar por su mente y dejarse llevar. Ahora veía máscaras, veía costosos trajes, algunos tenían pelucas...el dejarse llevar, dedujo, era algo que lastraban los años.

Sonriendo, consumiendo un cigarrillo empezó a merodear por la fiesta, había un lugar donde la aristocracia veneciana departía alegremente, más allá un grupo de piratas bebía ruidosamente y cantaba, al otro lado una pareja del medievo danzaba en un baile eterno.

Terminó de fumar, apuró su copa y se encaminó a la puerta de salida cuando una mano agarró su hombro, obligándole a darse la vuelta, una arlequina le miraba con ojos interesados.

- ¿Qué pasa? - le dijo él.

- ¿Por qué ese disfraz? - preguntó la chica, haciendo tintinear los cascabeles de su gorro.

- El carnaval es una fiesta en la que puedes elegir quién quieres ser ¿Verdad? - ella asintió - Pues yo he elegido lo que quiero ser, quiero disfrutarlo, ya que en ningún momento del año puedo ser así. No llevarlo es mi penitencia, por eso me quiero dar el gusto de, al menos por un día, representar a mi personaje.

La arlequina le soltó el hombro y lo dejó ir, ella esbozó una sonrisa y un suspiro para sus adentros, un jóker se le acercó con una bebida y le dijo:

- Qué estúpido ese hombre, mira que venir a una fiesta de disfraces sin disfraz!.

- Sí, ¿Pero sabes? Mañana, pasado mañana, y el resto de días ese hombre irá disfrazado. Por ello hoy se da el gusto de ser él mismo, su máscara consiste en quitársela.

PD: Gracias a Da por la ídea.

jueves, 11 de febrero de 2010

Hablando en plural

Hay personas que nacen sin tener la suficiente coordinación como para hacer un deporte.
Otras a las que su cuerpo no les permite ingerir azúcares.
Hay gente que nace sin la menor ídea de lo que es el amor.

Y hay algunos, por suerte no muchos, que no saben mantener una amistad. Es algo innato, siempre van a destrozar, a romper la relación que tienen, no saben ser amigos. Una sensación que te corroe por dentro, la desastrosa capacidad de equivocar todo lo que dices, de hacerlo todo mal. Y la desgraciada sensación de que nadie, absolutamente nadie es mejor amigo que tú. Estás ahí siempre, no dándote cuenta de que las personas son egoístas por naturaleza, no te van a dar lo que tú crees que estás dando, y con toda probabilidad, no das lo que debes.

Puedo estar seguro de que la gente se siente triste perdiendo gente, autodestruyéndose, pero no pueden evitar ir en contra de sus sentimientos, no pueden evitar cagarla, no pueden evitar sentirse mal al no tener todo el cariño que creen merecer, que en el fondo de su alma demandan.

Celos? No, no es eso, los celos te remueven por dentro, te arden las entrañas, estás incómodo donde quiera que estés, no, para tener celos hace falta "tener" a esa persona, o "creer que la tienes", no es el caso.

Falta de atención, no sentirse el centro de su universo, ese es el problema, el problema que siempre suele pasar, el problema que destroza la mayoría de las relaciones que he conocido en mi vida, y las destroza por la sencilla razón de que nadie, nadie, nadie, puede ser el centro del mundo de otra persona, y menos, un amigo.

No voy a revisar el texto como hago siempre, ni voy a buscar palabras que haya escrito mal, o algo que haya puesto muy seguido, hoy no se merece eso, la persona a la que va dirigido esto no se lo merece.

Será mi último gesto hacia esa persona?

A veces no se puede ir en contra de la naturaleza.

lunes, 1 de febrero de 2010

Salir en el mapa

Y llegó a las 5 de la tarde, como si una ceremonia del té se tratase. Razón: Puerto Príncipe. La negra Haití recibió el castigo, o la bendición, de Dios que llegó en forma de movimiento sísmico. Y el dolor que nos produjo ese momento fue espeluznante...verdad? Cierto es que no sabíamos dónde colocar Haití, y que posiblemente jamás hubieramos oído hablar de Port-au-Prince, pero es que los pobres daban tanta lástima, y estaban tan indefensos. Usted tiene un país? quiere colocarlo en los mapas? No, no es nada de eso, no invierta en ciencia, no descubra cosas. Lo básico es matar gente, y si puede ser mucha, con imágenes, sí, imágenes a montones, y algún milagro que otro de vez en cuando. Pero eso sí, no se tire mucho tiempo seguido con la desgracia porque pierde punch, que ver muchos muertos una vez al año, nos duele a todos en el corazón, pero si pasa como en África que se tiran todo el tiempo de guerras...pues da hasta coraje, mire que poco saben los africanos de publicidad.

De repente todo el mundo alzó sus voces al viento, las señoras cuchicheaban en los bares que si tal o pascual que si pobrecitos, se mandaba dinero a puñados. Pero claro, cómo no gastarnos dinero en...a ver, cómo se llamaba? ah sí, Haití, perdonen el descuido. El cristianismo ya no convence, rezarle a un señor barbudo colgado en una cruz no es motivo para limpiar conciencias, ahora se limpian a base de dinero, ya ven.

Ahora llega la pregunta, dónde será la próxima catástrofe? Venga, que el mapa hay que rellenarlo de alguna manera, y nuestro espíritu necesita un lavado completo. El cine encontraría un gran filón, o el boxeo, vaya usted a saber, en un sobrenombre tan genial: "Terremoto" Haití lucha por salir mientras que en occidente derramamos una lágrima por cada muerte...

...o no?